lunes, 18 de octubre de 2010

ENTRIPADO COLOSAL

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En los últimos meses, he visto cómo el ser humano acaba con el mundo. Igual ya lo había presenciado y escuchado pero ésta vez fue más aplastante, me afectó tanto, que los nudos en la garganta se disolvieron hasta que me cansé de ellos, porque no los pude combatir razonablemente.

Quise escribir lo que habia pasado por mi cabeza y salió esto que a continuación les presento, fue una gran rabieta y con todo orgullo lo digo porque si que me enfadé, mi intestino es testigo.

Estas palabras fueron escritas hace un mes más o menos y quiero y necesito compartirlas (me salió lo grosera, tápense los oídos jajaja):

*El desarrollo explosivo y rabioso...

Estoy que bufo: ¡Ahora si me lleva la chingada! Traigo el derrame de petróleo en la garganta y en la cabeza me pesan las imágenes de los animales cubiertos del pinche líquido, no las puedo ver y me declaro cobarde por eso. Lo peor es que la mayoría se preocupa por tonterías, y el mexicano en el interior de la sociedad no le importa que tantas aves, peces, demás animalitos y todo el mar estén sufriendo tanto. Nomás andan metidos en chismarajos y pleitos estúpidos y preocupados por vanalidades que los conducen al abismo de la mercadotecnia y la falsedad. ¡Qué asco! Deberíamos quemar a los responsables que seguramente ahorita se rascan el ombligo. Cuando es hora de defender lo nuestro, no sale algún sentimiento, ¡no lo veo en los ojos de mis vecinos, ni de mis amistades! ni ira, ni dolor.

Lamento lo que pasó, me duele. Aprovecho para decir: ¡odio las lidias de toros, a los toreros y a los que las disfrutan y promueven, odio al hombre que todos los días le pega a su perro, odio a los que tienen aves en jaulas como "mascotas", odio a las perreras y a los antirrábicos, odio los bozales, odio a los zoofílicos, odio a todos los que tiran basura y escupen en la calle, odio a los escuincles que patean al animalito que se les atraviesa (y a sus padres también los odio por pegarles a sus hijos), odio a quienes permiten que sus perros tengan hijos para venderlos después, odio a muchos y a muchas que parecen indiferentes al dolor infrahumano. Digo infrahumano porque ellos, los animales, no tienen posibilidades de cambiar estas conductas, los humanos sí. Odio muchas cosas más y me pone mal el no poder hacer algo para detener la violencia hacia la naturaleza y su terrible descuido por el hombre!.

*El razonamiento...
Como este desastre, hay muchas más situaciones preocupantes. Sí, es verdad, directamente no puedo hacer algo, no puedo ir a lavar a los pelícanos ni a manifestarme frente a la empresa causante del asesinato dadas mis cadenas, pero es real que puedo hacer algo ¿con quiénes? pues con las nuevas generaciones de personas, necesitan saber que toda vida merece ser respetada. Les haré saber a mis hijos (si algún día los tengo) la importancia de respetar al perrito, al gatito, al pez, a la largartija y hasta a la araña del rincón de la casa.

Hace poco me mandaron un mail sobre unos tipos que torturaron y mataron a dos docenas de gatitos. Vi las imágenes y quise vomitar por el coraje que me produjeron, soy sincera, no las vi a detalle, no hubiera soportado, pero me dio un inmenso dolor en el pecho que culminó con un muy intenso taladreo de cabeza. Fueron tres, si recuerdo bien, hombres que con toda saña mutilaron, lastimaron y mataron -con una sonrisa en la boca- a varios gatitos que ya muertos exhibían en las manos. No merecen ni nombrarlos, no tienen nombre, son asesinos y nada más. Muchos en el mundo quisieran verlos muertos igual que los gatos y con el desprecio social ya tienen bastante, merecen más pero mínimo, ya aparecieron sus patéticas caras en todas partes.

Por otro lado pero en el mismo canal, recibí hace dos días un mail donde hay imágenes de la matanza de delfines en Dinamarca, se trata de un espectáculo para muchos, que acuden a una playa para matar con tubos y demás instrumentos de metal a una cantidad considerable de delfines. El mar se tiñe de rojo al instante y hay público como en toda matanza animal: miran, participan mirando y son responsables también, sí, porque los atrae el morbo y muy seguramente son violentos con sus hijos y disfrutan el maltrato de grupos vulnerables, las muertes en medio oriente, las torturas, y un sin fin de atrocidades. No he investigado más.

Claro, estas masacres han sido difundidas, por eso los reconocemos como lo brutales que son, pero ¿y los que permanecen en los oídos de la cotidianeidad? ¿los casos que no salen a la luz? eso me da más horror.

Tipos como esos, cuyos actos no han tenido consecuencias, -porque los gobiernos en lo que menos piensan es en hacer leyes para cuidar y hacer respetar la vida animal- no fueron castigados, menos lo serán los culpables escondidos, por eso, si sabes que tu vecino maltrata a su perro, pide apoyo a alguna red de protección animal, róbaselo o evidencíalo ¡pero hay que hacer algo con los casos cercanos!. Hay animalitos que han sido rescatados de la muerte y de la pesadilla, ¡podemos hacer esto grande!

Y mejor aún, podemos prevenir:

Cuidemos a la niñez, respetémos a los niños, no los maltratemos e inculquémosles el respeto y el cariño por la vida animal, que sepan lo inteligentes que son los animales y la importancia de cuidarlos, y con ello mantener vivo al planeta. La mayoría de las personas que gozan con la crueldad y el sufrimiento de seres vulnerables han sido paridos como todos nosotros pero han sido también maltratados física y emocionalmente. ¿Acaso quieren que sus hijos sean cosiderados unos malditos que no merecen vivir? Hagamos algo por este planeta que nos estamos comiendo. De verdad que se puede y es importante cambiar el rumbo equivocado por el que el consumismo natural y la falta de valores han llevado a muchas personas.

Por último, quiero mencionar que el video de un oso que juega de forma natural con un palo como si fuera un ninja, me hizo el día y pude reconocer tras la niebla del horror, la existencia personas que como yo, les llega todo esto que he escrito, respetan a los animales y son capaces de defenderlos de todo aquel enfermo que se cruce por su camino.

Gracias a todas estas personas.

Me siento bien de haber regresado a la palabrería...