jueves, 26 de junio de 2008

¿El destino existe? o es una creación social...


Desde que pude razonar teniendo más herramientas que sólo las creencias, esas que se van internando en nuestras cabezas por contagio popular más que por voluntad, o sea, de forma que sean coherentes con uno mismo, comencé a divagar sobre el destino.

Digamos que la vida tiene sus momentos, nos sorprende, nos asusta, nos lastima, nos alegra, nos enamora, nos provoca, nos confunde, nos entristece, nos euforiza, nos tranquiliza, nos advierte, nos libera, nos atrapa, nos ruboriza, nos cansa (y al infinito).............. pareciera tener "magia", ¡nos vuelve locos!, nos cautiva con sus cambios repentinos y estruendozos. La vida en sí misma no tiene sentido... no tiene un tiempo ni un lugar preestablecido, ni personas fijas, es decir, no hay escritos, no hay registros de cómo se transformará tu día de mañana, de con quien te encontrarás, a dónde irás a dónde no irás. ¡¡¡Y si ustedes piensan que sí, díganme dónde por favor!!!

Quizá si hacemos planes y suceden cosas que pudimos vislumbrar pero siempre hay algo que se desvía, algo que nos sorprende, que se escapa de lo que pudimos pensar que sucediera y eso, me pregunto... ¿es por un "algo" que te encauza, que sin que lo sepas está dirigiendo tu andar, tu pensar, tus deseos? Incluso... ¿a otras personas?, ¿al tiempo?, ¿a los espacios?, ¿a los eventos?.

Por eso, ¿podríamos pensar que hay destino en ella?. ¿El destino está escrito para tí desde que naciste?

De plano, creo que la creación del concepto de "destino" ha venido con la idea también divina de que "por lago pasan las cosas", "dios lo quizo así", "dios dirá", etc... como herramientas de justificación propia, o sea, justificamos lo que nos pasa, lo que hacemos o no, las consecuencias de nuestras acciones a través de esta idea más fantasiosa que real del "destino", usualmente se le deja a un "no se qué" la tarea de armar toda una treta encantadora que puede ocultar cosas, que puede enmascarar nuestras vidas con algo que no existe... y creo que justamente es por eso que a veces se toman decisiones equivocadas y resultan cosas frustrantes, claro, eso tiene que ver mcuho con cómo es cada quien, con cómo ha construido su persona desde la infancia hasta el momento, pero a mi parecer tiene mucho que ver con esta idea macabra del destino.

La vida es construida por nosotros, se toman decisiones, se va, se queda, se usa, se hace y todo lo demás que ya he escrito... es más que karma, es más que causalidades y casualidades, es más mucho más... sino, volteen a ver su pasado y verán lo que les digo... analicen, pregúntense, reflexionen, busquen respuestas...

¡¡¡Espero sus comentarios!!!

6 comentarios:

Trovator dijo...

Cómo estás! que interesante perspectiva la que pones en tu post, y estoy de acuerdo en varias cosas, especialmente en que el destino no existe per se, ya que es uno el que le da la dirección deseada a su vida. Puede ser que la vida sea más que casualidades y causalidades, pero sigo apoyando al punto de vista de que las acciones que hacemos (o no) en el pasado al final tienen repercusiones, efectos, en el futuro y asía va pasando con todo. Tal vez eso del karma no exista, pero siempre hay algo que vuelve, aunque no sea de la misma manera. Un gusto leerte, un abrazo!

aNdAiRa dijo...

Hola que tal.. legue hasta aquí navegando desde la page de Trovator... y me pareció muy interesante tu gusto por la trova y demás aspectos.
En lo que respecta al destino... mmm concuerdo que no está una historia escrita por alguien más, que lo que lleguemos a hacer y lo que no, depende solo de nosotros. Todo es una consecuencia de lo que se ha venido haciendo. Lo que me parece un poco inexplicable aún son los factores externos que llegan a influir sobre nosotros... esos que aunque uno quiera, nomás no se puede, pero igual y es el efecto que se ejerce sobre cada puno porque no somos seres aisaldos.
Además todo es relativo y todo puede llegar a afectar, pero solo nosotros decidimos que determina y como tomamos lo que nos pasa y de ahi radica mucho de la forma en que vamos escribiendo nuestra historia, porque se va escribiendo, no está escrita aún... porque si así fuera que propósito tendríamos... en fin
Me gusta tu estilo... cuidate mucho y pues ahi nos estamos leyendo...

Reena dijo...

Hola hola, pues gracias por sus comentarios, pensé por un momento que mis desvarios no serían leídos...

Bueno, si Trovator, creo que nuestros actos repercuten en el futuro, más aún en el cuerpo (contenedor de nuestras emociones y demás manifestaciones del ser), pero creo que no son determinantes de forma crucial, es decir, hay espacio para lo extraordinario; sobre el karma sigo pensando que es producto de un juego perverso de la vida que lo presenta como contingencia al acto, pero aún no puedo tener una teoría que argumente mi decir...

Andaira, gracias por leerme y dejar tu interesante comentario. Creo que lo que hicimos en el pasado (como le comenté a Trovator) tiene que ver con el futuro pero no de forma definitiva... lo extraordinario se llama así porque se sale de lo usualmente esperado, es ahí donde no hay cabida para las relaciones causa-efecto. ¡Exacto! es la vida inestable, frenética que nos pone en esas jugadas, no sabemos qué pasa pero sucede y nos sorprende.

Gracias.

Trovator dijo...

Cómo es eso de que los desvaríos no serían leídos?? Mientras más desvariado mejor jajaja. Sigo con eso de las causalidades en la vida, pero también te apoyo en eso de que a veces suelen suceder cosas extraordinarias que no se les puede dar una explicación, y precisamente estas cosas son las que hacen que la vida no se convierta en una rutina de efectos a afrontar por las acciones tomadas en el pasado. Entonces que vivan esos pequeños momentos que con el tiempo se van haciendo más y más grandes.

Un abrazo!

Névula dijo...

Sin palabras Karinilla,más de acuerdo no puedo estar.
Me gusta mucho la idea del destino
de las preguntas que nos hacemostodo los días ¿Qué pasará hoy?...
y seimpre estara esas preguntas en la boca y es lo frustante y facinate tambien...
Grazie , por sus palabras

Névula dijo...

perdon, fasinante